Ámsterdam[4] (del
neerlandés Amsterdam, [
ɑmstər'dɑm]) es la
capital oficial de los
Países Bajos. La ciudad está situada entre la
bahía del IJ al norte y a las orillas del río
Amstel al sureste. Fue fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero. Sin embargo, en la actualidad es la ciudad más grande del país, y un gran centro financiero y cultural de proyección internacional.
Tiene una población de unos 750.000 habitantes, y en su
área metropolitana residen aproximadamente 1,5 millones. Cabe destacar que Ámsterdam forma parte de la gran conurbación holandesa, llamada
Randstad (junto con las ciudades de
La Haya,
Róterdam y
Utrecht), que cuenta con más de 6,5 millones de habitantes. Este núcleo es una de las conurbanizaciones más grandes de Europa.
El centro histórico de la ciudad fue construido en gran parte en el siglo XVII, y es hoy en día uno de los centros históricos más grandes de Europa. En aquella época se construyeron una serie de canales semicirculares alrededor del casco antiguo ya existente de la ciudad. Después se edificaron las nuevas calles que ahora habían sido creadas con casas y almacenes en un estilo típico holandés que es una de las imágenes más famosas de Ámsterdam y del país. Al igual que otras ciudades de Europa septentrional con abundancia de agua, como
Brujas,
Hamburgo y
Estocolmo, es conocida coloquialmente como la «
Venecia del norte».
Aunque durante casi toda su historia (excepto entre 1808–1810) ha sido la capital oficial de los Países Bajos, nunca ha sido la sede de la justicia, el gobierno o el parlamento holandés, ya que todos estos órganos se encuentran en la ciudad de
La Haya, que por tanto es la principal ciudad del país con respecto a política y justicia. Ámsterdam tampoco es la capital de la provincia de
Holanda Septentrional, que siempre ha sido
Haarlem.
Ámsterdam, y toda Holanda, tiene fama por la tolerancia, el liberalismo, la diversidad, y la «mente abierta» de su población (aunque actualmente estas virtudes estén en entredicho).
En el
barrio rojo, al igual que en otras partes de la ciudad, los llamados
coffee shops venden pequeñas cantidades de
marihuana, en general de muy alta calidad ecológica, esto se tolera mientras sean cantidades pequeñas (hasta 5 gramos diarios), y a condición de que tanto el comprador como el vendedor sean mayores de edad. Esta controvertida situación es llamada
gedoogbeleid o «política de
tolerancia». Así mismo a los vendedores de marihuana de los coffee shops no se les permite tener más de medio kilo de marihuana al día. Los coffee shops son uno de los principales atractivos de Ámsterdam sobre todo entre los turistas jóvenes y gracias a estos, el Estado percibe una gran remuneración económica a través de los impuestos elevados que este producto tiene. Los coffee shops son, además de un sitio para consumir marihuana, un lugar de encuentro, ya que son muchos los que suelen rondar estos cafés al día.